En el antiguo casco, entre el típico "bufador" y el museo de la mar, llegamos a este restaurante cuya amplia terraza nos ofrece unas maravillosas vistas a la inmensidad del Mediterráneo. Sus especialidades son los platos típicos marineros elaborados con la mejor materia prima, pescado de la lonja de Peñíscola. No se irá sin probar el "Arròs caldós" y endúlcese con sus postres esmerados como el pudding de chocolate.