"Es siempre maravilloso; cuando aparece el pueblo, existe un color único sobre fuentes, azulenco, el gris acerado conquense, brillante, único, lejano y dorado ... Comer, comemos en Los Cazadores, donde guisan Araceli y Ángeles esos platos de por aquí, de la Sierra Media: potaje con morcillas y tocino, arroz caldoso, lentejas con chorizo y morcilla, con patata, platos de orza, huevos fritos. Todo potente, bien condimentado, hecho con amor.Los Cazadores, el comedor, tiene una ambiente especial, de otros tiempos, acaso arrancado de un cuento de Borges ... Las mesas, serias, rellenas de extrañas gentes, mi9stura de valencianos, serranos de Cañete camioneros de Vigo ... Aquí, cuando el tiempo lo da, también heno hongueros entusiastas al calorílo de los niscalos, mizclos, rebolones, que hacen camino y patean Las Parrillas, el Hoyo ... "LA VUELTA A CUENCA EN OCHENTA PUEBLOS, Raúl Torres, año 1993