Aunque restaurada en 2005 por los nietos de los fundadores, la Posada aún conserva el aroma de una antigua casa de pueblo. Influye principalmente en ello, el hecho de que la decoración de la misma se ha usado en muchos muebles antiguos que en ella había. En casi todas las habitaciones están los antiguos cabeceros de las camas, las mesillas de noche, los lavabos de entonces, los arcos les hemos puesto el piso y ahora los armarios. Así como lavabos nuevos de lámpara, lámparas emplomadas, cables rizados, interruptores giratorios o en forma de pera ... La Posada dispone de ocho habitaciones dobles, cada una de ellas con el nombre de una personaje histórico relacionado con la Villa Así se puede encontrar los obispos Arias Dávila y Lope Barrientos, los reyes Fernando el Católico, Juan II, Pedro I y Enrique III y personajes como Don Álvaro de Luna y Antonio Pérez.